viernes, 27 de diciembre de 2013

AMO el pan.

Amo el pan. Fin.


Bueno, adoro el pan... es tan delicioso. El pan dulce, el pan salado, el pan que sabe a pan.

¿Por qué escribo esto? Porque en serio amo el pan. Sé que voy a terminar muy gorda gracias a él, pero es tan rico que parece un regalo del monte Olimpo. De hecho, siempre me he preguntado, ¿existe el dios del pan? Si es así quiero conocerlo, tener un hijo y que ese semidios pueda controlar el pan y me de mucho, después de que su padre me deje y ya no me lo de, claro.
Pero en fin, ¿de dónde salió tanta obsesión con ese divino alimento? Quien sabe, pero es verdad. Si en un escenario postapocalíptico sólo quedar un alimento, rogaría para que fuera pan.

El pan siempre es bueno, en pizzas, tortas, hamburguesas, sándwiches, PASTELES, solos, en todo. El pan es perfecto.

Cuando sea grande y tenga dinero (haha) abriré una panadería, ya lo tengo planeado, mi padre horneará el pan (él trabajó en una) y mi madre cobrará (no es la mejor opción, pero es mi madre) Y yo iré por pan cuando quiera, que rico.

(Creo que, apartando lo hermoso que es, que fuera panadero le dio puntos a Peeta conmigo)

No sé por qué rayos hice ésta entrada sobre el pan, pero bueno.... Es random, pero amo el pan.

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