sábado, 29 de noviembre de 2014

Tenía que ser el Toño.

Verán, estoy muy, muy enojada por algo que me sucedió en la escuela.

Introducción:
Llevo historia universal este semestre, mi profesor ya había dado clases a la mayoría de mis compañeros pero a mí no, es muy inocente y chaparrito, además de que tiene un problema de pronunciación... lo cual da la idea de que todos se burlan de él, ¿no? Fingen que les cae bien y él sí los quiere.

Ahora sí, verán, desde que comenzó el semestre, el profesor estuvo escogiendo a personas para que hicieran representaciones de cosas históricas, dándole los temas a las personas que conocía de nombre (Por consecuente a los más idiotas). A mí me pareció una estupenda idea, aunque las actuaciones fueran pésimas.

Hay cuatro etapas, la primera y segunda uso a gente que conocía, incluso repitió gente, yo, tenía la nula esperanza de que me escogiera para algo, pero eso no parecía probable. Un día, unas chicas le pidieron que las dejara hacer una representación, él les dijo que sí (Les salió muy bien).

Al inicio de la última etapa, que acaba de pasar, yo ya había perdido la esperanza, por lo que le pregunté directamente si haría alguna y él me dijo: "Sí, mire, si quiere júntese con una compañera y preparen algo de la carrera armamentista, por el espacio y propaganda".

Hubieran visto mi emoción, no pudo ser más grande, absolutamente yo quería hacerlo, amo actuar y la guerra fría es el periodo histórico contemporáneo que más me gusta. Me junté con dos amigas y comencé a planearlo todo:

Seríamos espías de las CIA y KGB, hablaríamos de las armas que la Unión Soviética y Estados Unidos habían creado, sus satélites, su propaganda, organizaciones, espías, misiles nucleares, Cuba... Todo, bien genial.

Entonces empecé a trabajar, leí cientos de artículos, toda la historia... pasé una semana entera estudiando. Volví a preguntarle al profe, para confirmarle que lo haría, "muy bien" me dijo.

Pasé otra semana estudiando, viendo documentales y series de espías. Incluso vi videos de cómo hablar con acento ruso y aprendí a decir palabras en el idioma. Empeñé, mucho de mi tiempo y esfuerzo en esto. Escribí el guion.

Cuando ya se acercaba el tiempo de la finalización de la etapa, le pregunté si aún seguí en pie nuestra representación. Esto fue lo que me dijo: "Ay, fíjese que voy a repartir los temas" entonces le pregunté si ya no se podría "Pues no". Le dije que ya había invertido mucho tiempo en ello y que estaba listo. "Ya sé, ya sé. Mire, si quiere le doy el tema del conflicto israelí"

Ya qué, tuve que aceptar. ¿Saben? Ese tema era el único que me había saltado porque no me parecía nada interesante, ni modo. Lo expuse horrible, no quería hacerlo.

En fin, estaba muy enojada, tenía derecho a estarlo, pero eso no fue todo.

La semana siguiente, unos chicos hicieron lo que se suponía que yo haría (les quedó muy feo y pusieron la bandera de Rusia en lugar de la de la URSS), me enojé demasiado (Y como soy una sensible) y pues se me salieron las lágrimas, así que cuando terminaron su presentación le pregunté que por qué me había dicho a mí que ya no se podía y luego a ellos los dejaba hacerlo y me dijo "Es que ese no es tema" Y yo le respondí que era básicamente lo mismo que haría yo. "No se enoje" ¡Cómo quiere que no me enoje! le dije y pues estaba lagrimando. "¿Se enojó? Claro que me enojé. "¿Pero ya se desquitó?" No. "¿Sigue enojada?" Claro que sí.

Y el hombre se rio todo el proceso, porque creyó que lo decía en broma. Odio que mi infantil complexión haga a las personas no tomarme en cuenta como deberían, por Dios, tengo 17 años.

Pero bueno, sigo emputada y quizá lo esté el resto de mi vida.

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