Es muy bonito cuando éstas se cumplen, es hermoso cuando son superadas, pero ¿Qué pasa cuando las cosas son totalmente diferentes a como las pensamos?
Se nos rompe el corazón, nos ahogamos en nuestras lágrimas... sufrimos, en fin.
"Había una vez una niña que no era feliz completamente, todos los días lloraba en su habitación. Su hogar no era muy agradable y ella no se sentía cómodo con él. Todas las noches, ella se calmaba diciéndose que mañana vendría un día mejor, que algo cambiaría y todo sus dolor sería llevado lejos. Desde pequeña, siempre esperaba por el día de su cumpleaños, porque ahí, una fiesta era llevada a cabo, su mamá cocinaba un rico banquete y su papá pasaba la tarde inflando globos para colgar en el techo. Su madre no era la persona más paciente del mundo y siempre se quejaba de que las cosas no le salían bien y terminaba regañándola por cosas insulsas, ella lloraba hasta que su familia llegaba y la fiesta empezaba. Siempre tuvo un primo favorito, el cual consideraba su mejor amigo y amaba jugar con él, era el único que le prestaba la suficiente atención. Nunca fue la favorita de la familia, ese día, sólo por ser su cumpleaños todos le sonreían y se interesaban en ella, pero eso no era así todos los días. El cumpleaños pasó. La limpieza llegó. La niña lloró. Conforme pasó el tiempo, la niña se dio cuenta de que no era muy bien recibida en su familia, por lo que se alejó un poco, a nadie pareció importarle. Para el año siguiente, nadie recordó que siquiera era su cumpleaños, nadie le dio un regalo, nadie le dio un abrazo, nadie la felicitó. "Ha sido un mal año, solamente" pensó ella, siendo optimista. El año siguiente tampoco lo recordaron, ni el siguiente; Todo porque sus padres habían dejado de hacerle fiestas. Nunca se la pasaba bien en su cumpleaños, a pesar de que, a lo largo del año, ella seguía imaginándose escenas donde llegaba a casa para encontrar una fiesta sorpresa y todos felices de verla. Nunca pasó. Entonces, un cumpleaños, decidió dejar de esperarse cosas, porque así, no podría decepcionarse más de lo ya sabría que vendría, no podría caer más bajo de lo que caería ya de por sí. Pero la niña tenía esperanza, porque, nunca dejó de creer, que, quizá en un futuro, no importara cuán lejano, algo bueno podría pasarle."Las cosas no siempre son como lo esperamos. ¿Es bueno ser pesimistas? ¿O hay que ser siempre optimistas? Tal vez sólo hay que esperar por lo mejor pero prepararnos para lo peor, ¿No?
No te hagas expectativas concretas y completamente felices, visualiza todas las posibilidades.
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