Ahí comenzó mi suerte, más o menos.
Era para el día siguiente. Yo estaba a casi 16 horas de distancia. No se pudo.
Unos días después me gané boletos para el estreno de la película en mi ciudad, fue mi premio de consolación.
Fui lo bastante afortunada, como para que, después, me ganara el libro que Logan firmó ese mismo día. ¡Yei!
Después me gané un kit de cazadores de sombras, poco después de que salió la película.
Cuando esto sucedió, le llamé a mi papá al trabajo, como solía hacer cada vez que esto pasaba, él, muy alegre me dijo que debería comprar un boleto de lotería, porque andaba con mucha suerte. Esa era la semana en que se vendían los boletos para el sorteo del 16 de septiembre, uno de los premios con más dinero en juego. Me dio incluso el dinero para que lo comprara, pero, ¿qué crees?
Valeria estaba tan deprimida y preocupada por la escuela, que no quiso ir a comprar el boleto, al final de cuentas.
¿Qué pasó? El premio gordo cayó en mi ciudad. En el lugar donde yo lo iba a comprar. Y me quedé sin ganar.
Mi suerte no se ha ido aún, he ganado unas cosillas más... pero, no soy millonaria, lo cual hubiera sido genial.
Y ahí está chicos, la razón porque debemos odiar a las matemáticas.
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